COSTOS SOCIALES EN MÉXICO
COSTOS SOCIALES:
Luego de la instauración del
modelo neoliberal en México, este trajo consigo carencias y dificultades que la
población tuvo que soportar. Mejor conocido como costos sociales, estos se
originaron tras la crisis del modelo antes mencionado, pero la realidad es que
lo que hizo el modelo neoliberal fue agravarlos. Sin embargo, hoy el modelo
neoliberal parece estar alcanzando el límite en su capacidad de resolución de
problemas y predice tiempos difíciles para la economía mexicana.
PÉRDIDA DEL
PODER ADQUISITIVO:
La importancia de hablar sobre
esto, es para entender la realidad social y económica por la que pasan muchos
de los mexicanos a la hora de adquirir cierta cantidad de bienes o servicios
que puedan conseguirse con una cantidad de dinero fija según sea el nivel de
precios de éstos. Pero, ¿de qué depende que éste poder adquisitivo baje en unos
y en otros no?
En su mayoría, muchas de las actividades que frecuentamos dependen del poder
adquisitivo y del ingreso. Y el cómo nos percatamos de nuestros ingresos depende
de la condición económica de cada individuo, por ello la cantidad de nuestro
ingreso es determinado por nuestra actividad económica. Una representación
acerca de esto es, que entre más necesidades pueda cubrir una persona con
cierta cantidad de dinero, mayor será su poder adquisitivo.
De igual manera, la posibilidad de la
población para adquirir bienes o servicios que buscan está directamente
relacionada con el factor de la inflación. Por ello, en un país donde se
produce un aumento en los precios de los bienes o servicios, la persona que
estemos estudiando experimentará una disminución en su poder adquisitivo. Esto,
debido a que sus ingresos como las inversiones, el salario y otros tipos de
recursos, no han crecido al mismo ritmo. Un censo realizado en el 2000 nos dice
que el 68.3% de la población ocupada participa como asalariado aportando su trabajo,
el 29.2% trabaja por su cuenta y finalmente el 2.5% participa como patrón
aportando su capital. Estos datos mencionados anteriormente sí tienen que ver
con el poder adquisitivo, pues a la hora de repartir la riqueza, la parte de la
población que encarna el capital, ese 2.5%, se queda con la mayor parte y por
ende ese 68.3% aunque sea mucho mayor, se queda con una parte menor.
Claro que era así antes de la implementación del modelo
neoliberal, pero con la llegada de este, la distribución se hizo más dispareja.
Lo que nos dice que al eliminarse los mecanismos reguladores de la economía y
consigo desatar el movimiento económico libre, se disolvieron muchos mecanismos
que trataban de evitar que la distancia entre ricos y pobres se incrementara.
DESEMPLEO:
El desempleo, o bien la falta de
trabajo, se trata de un cierto desajuste en el mercado laboral, donde la oferta de trabajo
(por parte de los trabajadores) es superior a la demanda de trabajo (por parte
de las empresas). El desempleo surge cuando hay más personas ofreciendo su
trabajo que los puestos disponibles para ello.
En la sociedad hay una parte de la población que es la que está
económicamente activa (PEA) y los que son económicamente no activos (PNEA),
aquellos que se dedican a los trabajos como labores domésticas, los
estudiantes, los pensionados, etc. Mientras que en la fuerza laboral están los
que son activos y los inactivos, en este último se encuentran las personas que
quieren trabajar y están constantemente buscando algún empleo, pero no lo
consiguen. Otro grupo es el de las personas subempleadas que cuentan con
empleos parciales, por ciertos días a la semana, y los que trabajan de manera
informal por su cuenta.
El punto de esto, es llegar a entender que cuando uno no cuenta con un
trabajo estable, llega a hacer lo que tenga que hacer con tal de sobrevivir, y
le resta importancia donde queda clasificada su actividad en la estadística
oficial. El inconveniente del desempleo es su implicación de una economía
nacional, en la que no incluye a su gente y no puede darle trabajo a todos
aquellos que lo necesitan, generando la pobreza simple o extrema.
POBREZA:
Nos referimos a la pobreza, como
aquella situación en la que los ingresos de una persona no son suficientes para
poder acceder al alimento, vestido, vivienda, educación y atención médica. Sin
embargo, el Banco Mundial y la CEPAL dicen que 60 dólares como ingreso mensual
son los que marcan la “línea de pobreza”, aquellos que están por debajo son
pobres y los de arriba no. Este criterio fue sacado a finales de los 90’s,
cuando América Latina contaba con 196 millones de pobres y con 94 millones en
la pobreza extrema. En cambio, en México se calculó que en el 2007 había 50
millones de personas viviendo en condiciones de pobreza.
Mientras tanto, los gobiernos
mexicanos entienden la pobreza extrema como situación en la que los ingresos
son menores a 30 dólares mensuales, ganando así menos de un dólar americano por
día. Con esto nos damos cuenta que tanto el desempleo como la pobreza van de la
mano, donde hay carencias y falta de ingresos, hay desempleo.
MIGRACIÓN:
Hay tantos motivos por los que se
dan los movimientos migratorios, pero los relacionados a la economía son los
más determinantes. En los rurales, se da por el empobrecimiento del campo, que
lo provoca el modelo de desarrollo estabilizador. En el censo realizado en el
2000, fueron 18 millones los mexicanos que cambiaron su lugar de residencia en
el interior del país, mientras que 8 millones fueron los que vivían en EUA.
De
ahí a los años presentes, la tendencia de migrar al extranjero no ha variado, a
no ser por los incrementos coyunturales por caídas de la economía mexicana. De
ahí, se pronostica que un promedio de 300 mil migrantes anuales haría que en el
2030 se duplicara la población mexicana en EU, siendo poco más de 16 millones
de mexicanos que residirían en EU.
Este problema de la migración,
tendrá que ser regulado y acordado por ambos países, aunque es claro que la
fuerza de los movimientos migratorios no sólo radica en las necesidades de los
campesinos que abandonan el país, sino también involucra las necesidades de la
economía estadounidense.
DEPENDENCIA ALIMENTARIA:
Conocemos como dependencia
alimentaria a ese impedimento en el que una persona no puede alimentarse por sí
misma. Viéndolo desde el punto de un país, este concepto refiere a la condición
en la que se encuentra un país de no producir los bienes que la población
requiere para satisfacer la necesidad de alimentación.
Es desde los años 60’s, que México
se encuentra en una situación de dependencia alimentaria, y que, a pesar de los
esfuerzos por recuperar su soberanía alimentaria, simplemente no se ha podido
lograr, al punto de llegar a correr el riesgo de ser completamente dependientes
de la agricultura de otras naciones.
Este problema dió inicios en los
años 70’s cuando tras el descenso de la productividad agrícola, México tuvo que
dar lugar a la importación de los granos básicos. Fue en el año de 1975 cuando
al país se importaron poco más de 2 millones y medio de toneladas de maíz y
casi 87 mil de trigo. Esto nos condujo a las deficiencias y rezagos, los cuales
causaron desnutrición en la población por lo que el gobierno se dio a la tarea
de crear algunos programas específicos como Pider, Sam, y Coplamar. Pero con la
llegada del neoliberalismo, estos fueron desacreditados.
Hubo programas como el llamado
“Pronal” con De la Madrid, “Sedesol” con Gortari, “Procampo” con Zedillo y
“Oportunidades” con Fox, que decían resolver el problema, pero no lo hicieron.
De hecho, fueron insuficientes que los productores estadounidenses y
canadienses siguieron golpeando al sector agropecuario.
A consideración de los
neoliberales, la solución era que los campesinos se pusieran abusados y se
convirtieran en empresarios capitalistas, pero vamos, para ello requerirían de
capital, mejores instalaciones agro industriales, control de plaga, semillas
mejoradas, entre otras cosas, y en su mayoría, muchos de los campesinos estaban
solos. Y en torno al modelo neoliberal agrícola, este requiere de instalaciones
mucho más sofisticadas y no una milpa campesina.





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